Crucero de Atenas a Venecia: Grecia, Montenegro y Croacia

Famosa por sus casas encaladas y playas doradas, Mykonos combina tradición y sofisticación. Pasee por el puerto de Hora, explore sus tiendas, tabernas y callejuelas, y disfrute de la mezcla de ambiente local y estilo cosmopolita que la hace inolvidable.

De origen volcánico, Santorini ofrece paisajes únicos desde sus acantilados. Sus pueblos blancos con cúpulas azules, playas de arena negra y roja, y vinos locales componen una de las imágenes más icónicas de Grecia. Oia y Fira le cautivarán con sus vistas al Egeo.

Aproveche el día a relajarse a bordo mientras navega por aguas abiertas. Disfrute del sol en cubierta, báñese en la piscina o participe en actividades opcionales. También puede leer tranquilamente en la biblioteca o descansar en los salones interiores.

Desde este tranquilo puerto podrá acceder al yacimiento arqueológico de Olimpia, cuna de los Juegos Olímpicos. El paseo marítimo de Katakolon, con sus tiendas y cafés, ofrece un ambiente relajado antes o después de la visita a este emblemático lugar.

Corfú destaca por su exuberante vegetación, su costa escarpada y su historia marcada por influencias venecianas y británicas. Visite Paleokastritsa o déjese sorprender por el casco histórico de la ciudad, con callejuelas estrechas y arquitectura señorial.

Kotor se alza al final de una bahía espectacular, rodeada de montañas y murallas medievales. Su casco antiguo es Patrimonio de la Humanidad, repleto de iglesias, plazas y callejones empedrados. Un lugar perfecto para pasear y descubrir su atmósfera única.

La perla del Adriático le espera con sus imponentes murallas, tejados rojizos y calles de mármol. Recorra sus murallas, visite la torre Minceta o simplemente contemple el mar desde una terraza. Dubrovnik es historia, cultura y belleza en estado puro.

Esta isla boscosa ofrece un casco antiguo medieval, estrechas calles de piedra y la catedral de San Marcos en su corazón. Asociada a Marco Polo, Korcula conserva el espíritu tradicional dálmata en un entorno natural tranquilo y acogedor.

Una de las islas más visitadas de Croacia, Hvar combina cultura, vida social y paisajes idílicos. Desde sus campos de lavanda hasta las vistas sobre las islas Pakleni, es un destino vibrante, con arquitectura histórica y un ambiente animado junto al puerto.

Cres destaca por su naturaleza intacta y su ritmo pausado. En el puerto, las casas de piedra y las calles estrechas del pueblo de Cres invitan a un paseo tranquilo. Sus calas solitarias y sus paisajes verdes son perfectos para desconectar del bullicio turístico.