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Marsella: una ciudad portuaria llena de vida

Marsella es la ciudad más antigua de Francia y una de las escalas más dinámicas de la costa sur. Con más de 850.000 habitantes, es una ciudad vibrante y diversa, conocida por su rica historia, fuerte identidad y animado paseo marítimo. Fundada por colonos griegos alrededor del año 600 a.C., Marsella se ha convertido en un importante centro cultural, sin perder su esencia de puerto en funcionamiento.

Del Viejo Puerto a la basílica en la colina

El Vieux-Port (Viejo Puerto) es el corazón de Marsella. Los barcos todavía atracan donde antaño llegaban los comerciantes griegos, y la zona está llena de restaurantes de mariscos, cafés y mercados animados. Desde el puerto se ve la Basílica de Notre-Dame de la Garde que se alza sobre la ciudad. Esta iglesia es un símbolo de Marsella y ofrece una de las mejores vistas de la región. Su interior está decorado con mosaicos coloridos y exvotos dejados por marineros y familias.

Muy cerca se encuentra Le Panier, el barrio más antiguo de la ciudad. Sus calles estrechas están llenas de murales, tiendas pequeñas y talleres locales. Es uno de los mejores lugares para sentir el carácter marsellés.

Frente a la costa está el Castillo de If, una fortaleza hecha famosa por *El Conde de Montecristo*. Se puede visitar con un breve paseo en barco desde el Viejo Puerto.

Sabor local y maravillas naturales

Marsella está orgullosa de su cocina y sus tradiciones. Prueba una bullabesa, el estofado de pescado típico de la ciudad, o explora el mercado de Noailles, lleno de especias, aceitunas e ingredientes de todo el Mediterráneo. La mezcla cultural de la ciudad crea una atmósfera especial, difícil de definir pero fácil de sentir.

Justo a las afueras del centro, el Parque Nacional de Calanques ofrece rutas de senderismo, calas turquesas y acantilados de piedra caliza. Es una de las zonas costeras más bellas del sur de Francia y se puede visitar a pie o en barco.

Donde la tradición se encuentra con la ciudad moderna

Marsella es una ciudad de contrastes: entre calles de piedra antigua y arquitectura moderna, rincones tranquilos y mercados ruidosos, barcos de pesca y ferris. Su gente es conocida por ser directa, cálida y orgullosa de su ciudad.

Para los visitantes, Marsella ofrece energía y profundidad. No es perfecta en cada rincón, pero está llena de color, sonido y vida. Para quien busca conocer otra cara de la Riviera, esta ciudad ofrece algo auténtico y memorable.

Cruceros a Marsella