Alguer: Una ciudad sarda con alma catalana
Alguer se encuentra en la costa noroeste de Cerdeña, frente a las aguas turquesas del Mediterráneo. Aunque hoy es claramente italiana, conserva un notable legado catalán, herencia de siglos bajo dominio aragonés y español. Algunas personas aún hablan una variante del catalán, y su arquitectura, tradiciones y nombres de calles reflejan esta fusión única de culturas.
El casco antiguo es un laberinto de callejuelas, pequeñas plazas e iglesias con elementos góticos y barrocos. Es compacto, fácil de recorrer a pie y está lleno de pequeñas sorpresas, desde heladerías artesanales hasta talleres de canto coral.
Lo mejor de Alguer y sus alrededores
Uno de los principales monumentos de la ciudad es la Catedral de Santa María, con su elegante campanario que se eleva por encima de los tejados. El paseo marítimo Bastioni Marco Polo ofrece vistas panorámicas de la bahía y del cabo Capo Caccia a lo lejos.
Cerca de allí, la Gruta de Neptuno es una de las cuevas marinas más famosas de Cerdeña, accesible en barco o bajando por la espectacular Escala del Cabirol, una escalera tallada en los acantilados. Los amantes del vino pueden visitar viñedos en las afueras, donde crecen variedades autóctonas como Cannonau y Vermentino bajo el sol sardo.
Una escala para cruceros de pequeño tamaño
Alguer forma parte de varios itinerarios de cruceros de pequeño tamaño que exploran Cerdeña y el Mediterráneo occidental. Los barcos fondean frente a la costa o atracan en el puerto deportivo, lo que permite a los viajeros disfrutar de un día relajado en tierra.
Su centro peatonal, su rica historia y su carácter distintivo la convierten en un puerto de escala encantador y mucho menos concurrido que otros destinos. Con playas cercanas y campo a poca distancia, Alguer ofrece una experiencia auténtica y acogedora.