Llegada 7:00
Lisboa le recibe con calles coloridas, azulejos brillantes y vistas abiertas sobre el río Tajo. Los tranvías clásicos remontan las colinas, los cafés locales invitan a una pausa y la Torre de Belém y el Monasterio de los Jerónimos, ambos Patrimonio de la Humanidad, aportan el cierre perfecto a este crucero lleno de cultura y luz.