Siracusa: Esplendor griego en la costa siciliana
Siracusa, en la costa sureste de Sicilia, fue una de las ciudades más poderosas del mundo antiguo. Fundada por los griegos en el siglo VIII a.C., aún hoy deslumbra con su herencia clásica, sus plazas barrocas y su atmósfera junto al mar.
Una escala inolvidable para quienes buscan cultura, belleza y autenticidad.
Ortigia, el alma de la ciudad
La isla de Ortigia, centro histórico de Siracusa, está conectada al resto de la ciudad por puentes. Sus calles estrechas llevan a plazas luminosas como la Piazza Duomo, rodeada de edificios barrocos y dominada por la Catedral, construida sobre un antiguo templo griego.
Otros puntos destacados son la Fuente de Aretusa, llena de papiros, y el paseo marítimo Lungomare di Levante, ideal al atardecer.
Ortigia es también perfecta para disfrutar de la cocina siciliana: mariscos frescos, pasta con pistacho o helados artesanales.
Parque Arqueológico de Neápolis
A pocos minutos del centro está uno de los complejos arqueológicos más importantes de Italia: el teatro griego de Siracusa, que aún acoge representaciones; el anfiteatro romano; y la Oreja de Dionisio, una cueva con acústica legendaria.
El parque combina historia, naturaleza y vistas al mar en un solo lugar.
Sicilia en su esencia
Siracusa es luminosa, hospitalaria y llena de historia. Pasear por Ortigia, admirar ruinas milenarias o sentarse frente al mar es parte de su encanto.
Una ciudad para explorar con calma y dejarse sorprender.