Descubre Mónaco – El puerto real de la Riviera

Mónaco es un país independiente, pero se encuentra justo en la Riviera francesa, a poca distancia de Niza. Con algo más de dos kilómetros cuadrados, es uno de los estados más pequeños del mundo y también uno de los más célebres. Famoso por su palacio, casino y el Gran Premio de Fórmula 1, Mónaco combina historia, elegancia y vistas al mar en un espacio sorprendentemente compacto.

Calles reales e iconos junto al mar

Empieza tu visita en Mónaco-Ville, el casco antiguo encaramado sobre la Roca. Aquí se encuentra el Palacio del Príncipe, residencia de la familia Grimaldi, y la Catedral de Mónaco, donde están enterrados el príncipe Rainiero y Grace Kelly. Desde la parte alta se obtienen vistas panorámicas del puerto y del Mediterráneo.

Al pie de la Roca está Monte Carlo, el barrio conocido por sus edificios Belle Époque, tiendas de diseño y el famoso Casino de Montecarlo. Aunque no juegues, su arquitectura merece una visita. Muy cerca, el Café de Paris y el Hotel de Paris ofrecen ese aire clásico de la Riviera.

Para una experiencia más tranquila, puedes visitar el Museo Oceanográfico de Mónaco, ubicado sobre un acantilado, o pasear por el Jardín Exótico, lleno de plantas raras y vistas espectaculares.

Glamour y vida local

Aunque se asocia con el lujo, Mónaco es más que yates y limusinas. Sus calles son limpias, seguras y fáciles de recorrer a pie. Escaleras mecánicas y ascensores públicos conectan sus diferentes niveles. Encontrarás panaderías, mercados y cafés locales a pocos pasos de hoteles de lujo y boutiques brillantes.

Cada mayo, la ciudad se transforma para acoger el Gran Premio de Mónaco, una de las carreras más famosas del mundo. Fuera de la temporada de competición, las calles recuperan su ritmo pausado, ideal para disfrutar con calma del entorno.

Un puerto real con estilo mediterráneo

Mónaco ha mantenido su independencia durante siglos, al tiempo que ha cultivado fuertes vínculos con Francia. La mezcla de idioma francés, influencia italiana y orgullo local le da una identidad única. Desde el sonido del mar en la marina hasta la belleza cuidada de sus jardines y plazas, Mónaco ofrece algo distinto a cualquier otro punto de la Riviera.