Palma de Mallorca: Una capital mediterránea bañada por el sol
Palma de Mallorca es la animada capital de las Islas Baleares, situada frente a la costa este de España, en el corazón del Mediterráneo. Con cerca de medio millón de habitantes y vistas infinitas al mar, es uno de los destinos más visitados de la región. Rica en historia y llena de encanto isleño, Palma ofrece una mezcla ideal de vida de playa, lugares históricos y sabor local.
Su ubicación estratégica y moderno puerto la convierten en punto de inicio o final favorito para los viajes por el Mediterráneo. Y con tanto por ver, vale la pena quedarse unos días más para explorar la ciudad antes o después del crucero.
Catedrales, castillos y calas
Uno de los monumentos más emblemáticos de Palma es La Seu, la gran catedral gótica que domina el mar. Construida en piedra dorada y rica en detalles, define el horizonte de la ciudad. A su lado se encuentran el Palacio Real de la Almudaina y los antiguos Baños Árabes, testigos de siglos de historia.
Adentrándote en el casco antiguo, descubrirás calles estrechas, patios llenos de palmeras y edificios tradicionales con cafés y tiendas artesanales. Desde el Castillo de Bellver, situado en una colina, disfrutarás de vistas panorámicas sobre la ciudad y la bahía. Para darte un baño o pasear junto al mar, puedes elegir entre playas urbanas de arena o calas escondidas con aguas cristalinas.
Aventuras en la isla y sabores locales
Palma es fácil de explorar y ofrece una gran variedad de experiencias. Prueba vinos locales en una plaza tranquila, saborea la tradicional ensaimada mallorquina o haz una ruta de tapas por los mercados de la ciudad. Camina por el paseo marítimo entre palmeras o alquila una bicicleta para recorrer la costa.
Si quieres conocer más de la isla, pueblos como Valldemossa y Sóller te recibirán con calles tranquilas y vistas de montaña. La sierra de Tramuntana, Patrimonio Mundial de la UNESCO, está a un corto trayecto y añade un contraste natural a la energía urbana de Palma.
Leyendas desde las costas de la isla
Palma es una ciudad de historias. Una leyenda habla de un dragón que custodia un túnel oculto bajo la catedral. Otra relata cómo el rey Jaime I de Aragón conquistó la isla en el siglo XIII y ordenó construir la gran catedral en señal de gratitud. Estos relatos hacen que Palma se sienta atemporal, donde la historia y la imaginación se cruzan en sus calles.